domingo, 25 de julio de 2010

“Mauricio y sus alquileres”

“MASCARON DE PROA”

Cuento breve: “Mauricio y sus alquileres”

Un guiño: “Jamás se desvía uno tan lejos como cuando cree
Conocer el camino”. Proverbio chino.

Esta historia comienza en lo que se llamó la Edad de Oro, en la antigua Atenas, donde artistas, filósofos e intelectuales de la poesía, la comedia y la tragedia, daban vida al mundo las más preciosas obras de su arte.

La región del Peloponeso sobresalía por sus osadas y maravillosas piezas teatrales que marcaban en tiempo de dramas y comedias, las más magníficas narraciones, en los teatros de la época.

Autores como Homero con su Ilíada y Odisea; Sófocles con Ayax, Antífona, Edipo Rey, Electra y Esquilo con Los Persas, Los Siete contra Tebas, Agamenón, Las Coéforas, Las Euménides y Prometeo Encadenado.

Todo este derrame de cultura ateniense y de las islas del antiguo mar Archipiélago, hoy llamado Egeo, se focalizaba en los más bellos teatros.

La diosa Atenea, resolvió para el lucimiento de todos los pensadores nombrar un Aedo, a fin de que cumpliera la función de propalador de los dramas y tragedias y, al mismo tiempo, pusiera en orden las actuaciones y administrara las presentaciones de los artistas. Se llamó a concurso y votación del pueblo de Atenas. Sólo se presentó uno. Venía desde el PRO.

Un hombre joven, hijo de una familia pagana industrial-ganadera, con título universitario, pero, con alguna leve dificultad para expresarse coherentemente, como si dudara en colocar palabras a su pensamiento. Su carrera empresarial tuvo algunos tropezones y por ello decidió dedicarse a la política, terreno en el cual para sobresalir la única virtud requerible es la posesión de dinero.

Así, compró un lugar como Jefe de Satrapía y comenzó su carrera, vendiéndose como un gran administrador, seguido de un importante grupo, a su decir, de varones y mujeres capaces. Además, contaba con el apoyo de las milicias y estructuras eclesiales. Atenea, aprobó su designación, con la sola e indeclinable obligación de destinar todos los teatros, única y exclusivamente, al destino de actuaciones culturales.

Este joven, Mauricio de las Termópilas, en un pasaje de la guerra contra los persas, se hizo muy amigo del rey Menelao de Esparta, ahora residente en Misiones, quien recientemente había regresado de Troya donde recuperó a su esposa Helena, que se había tomado el buque con el príncipe Paris, hijo de Príamo rey de Troya.

Menelao tenía el palacio más importante y lujoso de todos los reinos de la región y deseaba festejar con bombos y platillos el reencuentro con su mujer. Pero, su ilusión y mayor anhelo, por premonición oracular, lo vinculaba a una celebración en el Olimpo, la morada de Zeus.

Menelao vió a Mauricio y le suplicó convencer a Zeus de la conveniencia de dar brillo al Olimpo con una luminosa fiesta celebratoria en homenaje a los dioses. Mauricio no quiso correr el riesgo de la ira del dios Supremo y le sugirió a Menelao que él iba a encontrar el momento propicio y que este se produciría el primer cambio de luna y que por 7 días debía aguardar las posiciones oraculares.



La razón de Mauricio, oculta para Menelao, había sido sugerida por Cleto, en conocimiento de una posible ausencia de Zeus, en un viaje programado a China.

Mauricio, calculó que esta maniobra nunca podría llegar a conocimiento de Zeus, puesto que el único que manejaba el llavero era él y en ese período Atenas, cumplía las típicas reuniones en las ágoras y al mismo tiempo, sería muy importante el aporte de Menelao, para mantener en impecables condiciones el Olimpo, toda vez que el pago, por el alquiler de una noche, arrojaría el equivalente a tres veces el peso de Mauricio en oro y piedras preciosas.

La fiesta se realizó y Mauricio hizo de recaudador. Feliz por el negocio se dispuso a disfrutar la cuantiosa fortuna. Mauricio no previó el espionaje.

A su regreso Zeus llamó a Atenea al Olimpo. La diosa extrañada por la citación, pensó que sería prudente consultar a Mauricio para estar alertada de haberse producido algún hecho para ella desconocido y quizá, materia de conversación con Zeus.

Mauricio, totalmente seguro de la imposibilidad de que se haya advertida su maniobra, igualmente puso en guardia a sus seguidores, abogados y jefes de seguridad, a efectos de sostener, en caso de ser requeridos, que nada había pasado y que él desconocía por ser el Jefe de la Satrapía.

Zeus recibió de muy mal humor a la diosa Atenea y le reclamó que el Olimpo haya sido utilizado para una festichola de Menelao y Helena. Atenea le reclamó a su padre la prueba de la acusación contra Mauricio. Y éste le replicó:. Hija mía, tu sabes que tu padre no es muy inteligente, pero ha sobrevivido a muchas situaciones riesgosas en la vida por su astucia y además, te diré, estuve viendo toda la fiesta por el oráculo y en colores, digitalizado, me divertí mucho. Mauricio hizo un excelente negocio. Anoche, debajo de un mueble del living encontré un emparedado de miga de palmitos con salsa golf y varios carozos de aceitunas, lo que me ha enojado muchísimo.

Ahora, escúchame bien, envía a Aquiles, Patroclo y Ulises, para que lo condenen a Mauricio de las Termópilas, le quiten lo recaudado por el alquiler, le construyan un túmulo y sobre el depositen 10 botellas de agua mineral para su viaje sin retorno.

En el mientras tanto, por las dudas de su resurrección o reencarnación, que se comuniquen con las Furias y que estas lo persigan y eviten que otro ingenuo como yo –más bien Atenea- , no corra el riesgo de contratarlo para el 2011. ¡Por Dios que Allah y Buda no lo permitan!
Este señor es un peligro social, su política es una plaga exterminadora y su ejército de robots fumigadores se va a llevar con el “dengue” a más habitantes que Sodoma y Gomorra. ¡Párenlo, Atenea, si sigue, nos deja sin pueblo! Y, solos, ¿qué haremos?. Con solo pensarlo me da escalofríos, ¡por favor! Alcánzame la égida. Este tipo me quita el sueño . No dejes, hija mía, de controlar a las Furias para que cumplan su cometido y que Termópilas se olvide de Mauricio, por la salud de Tesalia. Recuerda que con Mauricio y el abuelo de Pinedo en 1935 ya tenemos cartón completo. Basta de atentar contra ese pobre pueblo del hemisferio austral que llaman Argentina. Los peninsulares de la celtíbera región ya han hecho lo suyo; los mal signados anglosajones lo siguen pretendiendo y algunos otros desde su interior la siguen bombardeando, pero, todos tendrán, por conducto y resolución de su brillante juventud un duro revés y un ejemplar castigo. LA PATRIA COMO EL AVE FENIX RENACERA DE SU PASADO Y FLORECERA REFULGENTE EN SU PRESENTE Y PARA SU FUTURO

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