"UN SUEÑO. HIPÓTESIS DE UNA SUPUESTA FURIA. LA REBELION DE LAS MASAS"

Los falsos billetes verdes de la Casa Blanca y la leyenda de "Dios se lo pague".

El día que 6.000 millones de árboles inteligentes invadieron el Planeta Tierra por Bering y Europa y cruzaron los océanos.

Y los verdes billetes sufrieron el colapso total. Los árboles tapiaron las puertas de los Bancos; cercaron el Pentágono e inmovilizaron las flotas que custodian los mares y brotaron bosques donde existían aeródomos de despegue de aeronaves.

En sus ramajes poblados de flores se colgaban como barriletes los aviones de combate y obraban como paraguas contra su potencial de fuego.

El maravilloso Sol los hacía crecer y reproducir permanentemente.

¿SERÁ EL TIEMPO?

Yocrates

"CON LAS MANOS ARRUGADAS Y EL CORAZÓN HERIDO"
Señora Beatriz Sarlo: Soy un casi octogenario, 9 años mayor que usted. Luego de leer y releer la mayoría de los artículos publicados en el diario de los Mitre, sobre personas y aconteceres de nuestro país, no pude menos que reflexionar sobre la necesidad que tenemos los mayores de ser tenidos en cuenta. No importa el modo o la forma que empleemos para figurar presente. Nuestras arrugas nos delata un hoy reflejo del pretérito y el corazón necesitado de un "Holter".

Pero, para nosotros, el presente que también viene teñido de futuro, nos limita hasta el paroxismo en el escaso trocir de las circunstancias. Es emblemático proseguir las luchas o disputas por el reconocimiento vívido de la existencia.

Difícilmente podemos planchar las arrugas producto del paso del tiempo. Es duro vivir con el corazón herido.

Fuimos, no es inteligente ni sagaz mostrarnos como paradigmas atávicos. El hoy no es igual al ayer ni lo será al mañana.

Quien nos dió la vida nos la quitará y el mundo seguirá girando y trasladándose alrededor del Sol. Hago votos para que el destino la acompañe en paz.

Con mi mayor respeto.

Yocrates

"HISTORIAS INTERESANTES PARA RECORDAR"

En el comienzo de la Edad Media se diseminó en Roma una epidemia muy grave. El Papa San Gregorio Magno (590-604) ordenó procesiones en la ciudad en honor de San Miguel Arcángel,
para ahuyentar la peste.
Poco después, en ese año 590, el Arcángel San Miguel se le apareció al mencionado Papa anunciando el fin de la epidemia.
Fue entonces que se lo vió sobre la Mole Adriana, transformando, por tanto, en escabel para sus pies la gloria de un emperador pagano.
Y por eso, en lo alto del edificio fue colocada la imagen de San Miguel, de ahí la denominación de
Castillo de Sant´Angelo.-

Yocrates