HECHOS CURIOSOS DE LA POLITICA ARGENTINA

“UN TOQUE DE INCONSTITUCIONALIDAD”

El traspaso de Raúl R. Alfonsín a Carlos Saúl Menem.

Queridos amigos y enemigos, en este tema no me voy a explayar informando los antecedentes y pormenores políticos, que reservo para mejor oportunidad, dado que en contrario insumiría un muy extenso espacio. Igualmente, esta exposición será de enorme claridad para observar el proceso acaecido.

El 12 de junio de 1989, el presidente Alfonsín, leyó un mensaje al pueblo, anunciando la “resignación anticipada” a su cargo en calidad de presidente de la Nación Argentina, a partir del 30 de junio de 1989.

En un párrafo textualmente expresa: “Con esta convicción, procuramos con el señor presidente electo, fórmulas de gobernabilidad y llegamos incluso a encontrar el apoyo y la comprensión de los legisladores. La realidad que acucia a cada uno demuestra que tampoco eso fue suficiente, menos aún ahora cuando se han difundido reales o presuntos detalles de la política económica en elaboración por las futuras autoridades. La información trascendida es de tal naturaleza que todos han de comprender de qué modo ha de repercutir sobre el ya alterado funcionamiento de los mercados.
La decisión que asumo constituye la única salida en el marco de la Constitución y las leyes y estoy seguro que contribuirá a restaurar el marco necesario para enfrentar cuanto antes los problemas económicos que constituyen el núcleo de la crisis que padecemos”.

Reflexiones: Existiendo la Ley de Acefalía 20.972, atento que la resignación del presidente fue acompañada por el vicepresidente Víctor H. Martínez, correspondía la cobertura de acuerdo a ella y en ese caso, debería haber asumido, el funcionario en la escala jerárquica correspondiente, hasta el final del mandato, es decir, hasta el 10 de diciembre de 1989.

Este funcionamiento era el correcto CONSTITUCIONAL. En esa fecha, 12/6/1989, Menem no era “presidente electo”, sino elegido presidente.

El art. 81 de la Constitución Nacional prescribe: “Reunidos los electores en la Capital de la Nación y en la de sus provincias respectivas cuatro meses antes que concluya el término del Presidente cesante, procederán a elegir…” Consecuentemente, la fecha debió ser el 10 de agosto de 1989.

El día 13 de junio de 1989, por Decreto Nº 811/89, el presidente Raúl R. Alfonsín decreta: “Art. 1º - Establece el día 22 de junio de 1989 como fecha de reunión de las Juntas de Electores de Presidente y Vicepresidente de la Nación elegidas en los comicios del 14 de mayo de 1989, a fin de que procedan a cumplir con lo dispuesto por el art. 81 de la Constitución Nacional.- Art. 2º - Encomiéndase a los gobiernos provinciales que efectúen las respectivas convocatorias de conformidad con lo establecido por el artículo 53 del Código Electoral Nacional.- Art. 3º - De forma. Firmado ALFONSIN – Juan C. Pugliese”.

El presidente Alfonsín, no obstante haber “resignado” su cargo con fecha 12 de junio de 1989 y efectividad al 30 de junio de 1989, MODIFICO la Constitución Nacional ANTICIPANDO la Junta de Electores al 22 de junio de 1989, cuando correspondía el 10 de agosto de 1989, de acuerdo a lo prescripto por el Art. 81 de la Constitución Nacional.

Además, el 8 de julio de 1989, la Asamblea Legislativa presidida por el vicepresidente de la Nación, doctor Víctor Hipólito Martínez, renunciado el 30 de junio de 1989, PROCLAMO COMO PRESIDENTE AL DOCTOR CARLOS SAUL MENEM.

Me pregunto: ¿Y LA CONSTITUCION DONDE ESTA? Se me ocurre un aforismo: “La ley es como el chicle, se masca, se ablanda, se estira y se adhiere a cualquier cosa”.

Estas breves circunstancias históricas son demostrativas del pobre apego de los políticos, a la razón de la política. Continuaré profundizándolas.

Recuerden, con la democracia se vive, se educa, se cura y cabría agregarle, TAMBIEN SE ESPECULA Y SE TRAICIONA.

En próximas apariciones trataré temas de “Cavallo de Troya” en su vínculo con el Proceso de Recuperación Nacional (era trágica), con Menem, de la Rúa y Duhalde.

Un guiño: “La verdad está en el silencio, alejada del ruido Engañoso de los intereses particulares