domingo, 22 de agosto de 2010

¿QUIEN ES QUIEN Y QUE ES Y QUE QUIERE SER?
Caso: Ricardo Gil Lavedra

En el año 1966, Gil Lavedra, con 17 años de edad, completó sus estudios en el Liceo Militar General San Martín, siendo el General Juan Carlos Onganía usurpador del poder por el derrocamiento del gobierno legítimo del Dr. Illia.
Los estudios los cursó en un período en que los militares ocuparon por la fuerza los gobiernos elegidos por el pueblo. Los jóvenes Subtenientes, por una prohibida celebración de la finalización del curso, fueron sancionados con 20 días de arresto, dormir con los caballos, después de horas de trabajos forzados.
Los recién recibidos, comenzaron una huelga de hambre. A ello y en represalia les fue impuesta su degradación. Les fue arrancada del pecho la insignia, en ceremonia pública.
Entre el 22 de abril y el 9 de diciembre de 1985, junto a los jueces Arslanián, D'Alessio, Torlasco, Ledesma y Valerga Aráoz y los fiscales Strassera y Moreno Ocampo, integró la Junta que juzgó y condenó a los principales responsables genocidas del Proceso de Reorganización Nacional, Videla, Massera, Agosti, Viola, Lambruschini, etc. etc.
El 16 de octubre de 1999, el General Balza, revisó la medida de su degradación y le otorgó el grado de Subteniente de Reserva, cuando ya se comentaba su posible designación como Ministro de Justicia de de la Rúa, luego confirmado.
Cómplice y compañero, en ese gobierno, de Patricia Bullrich y de Gerardo Morales, que ameritaron trabajadores asesinados por la Policía, la rebaja del 13% de los salarios de los trabajadores y de los jubilados y pensionados y de las coimas a los Senadores por la aprobación de una ley en contra de los trabajadores.
Hoy Diputado Nacional, al igual que la señora Bullrich y el Senador Nacional Gerardo Morales, con la desverguenza puesta, en colaboración con la Diputada Nacional Elisa Carrió, la gran denunciante internacional, en su carácter de espía de las embajadas extranjeras (traición a la patria) y colaboradora de los Grupos mediáticos (Clarín y Cía.) monopólicos y madre sustituta, por si acaso, de los hijos adoptados por la señora Ernestina Herrera.

¿Será la historia la razón intrínseca de este destino marcado a fuego? ¿Qué escaño le deparará
al Subteniente de Reserva? ¿Arcano, nó? ¿Y a sus compañeros de ruta?

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