A mis amigos Manuel el Coronel, Unfor y Cabeza de apio, a quienes conozco merced al uso del sistema electrónico de blog, les agradezco profundamente vuestra paciencia atendiendo mis permisivos exabruptos.
Soy, debido a mi semiancianidad (77 años), un inexperto buceador en la tecnología que nos ocupa, lo que me obliga a disculparme por su mal uso.
No obstante, he logrado introducirme en vuestros pensamientos y en una muy elaborada técnica de la información que ejecutan, lo cual se traduce en mi admiración.
Yo simplemente traro de llegar, con la mayor simpleza, dada mi formación humanista a los jóvenes, con ejemplos que la historia en su trocir, induce a la repetición de hechos en los que el hombre como fundamental protagonista, no ha podido superar.
Eit Valentín, filósofo e historiador, decía del hombre universal su aún conformación inconclusa e imperfecta. A mi juicio, ello no es óbice para que actuemos hacia nuestros congéneres con el ánimo dispuesto a lo mejor y a la solidaridad.
Admiro a ustedes por su preocupación en desnudar a los enmascarados que, en defensa de sus mezquinos intereses, abogan por la destrucción del ser humano. Comparto vuestras inquietudes.
Admiro a los jóvenes que luchan y se embanderan para combatir la injusticia de los energúmenos y estúpidos mayores que, en su absoluta agnosia, atentan contra sus derechos de aprender en los claustros destinados a la enseñanza. ellos tenemos que destinarle nuestras energías y quizá, nuestras magras experiencias.
Tenemos la obligación de estar al lado de estos lúcidos jóvenes estudiantes que dan prueba de un agudo sentido común.
Yo estoy atento a vuestras inquietudes. Con afecto. Carlos