lunes, 2 de agosto de 2010

"ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE PERIODISMO SI, PERIODISMO NO"



Una realidad imperceptible al análisis cotidiano, acerca de las variables de las expresiones de la inteligencia en la dinámica de usos y costumbres, en las estaciones de la vida de los ciudadanos, hace aparecer como extraños e incognocibles aquellas que anidan en generaciones nítidamente diferenciadas.



El hombre en sus relaciones sociales, imbuído de la necesidad imperiosa de una comunicación interesada, puesto que desde ella asegurará su incorporación al círculo de la vida, sabe que solo las formas del entendimiento lograrán satisfacer el cumplimiento de sus objetivos.



Su evolución hacia lo mejor, auxiliado por los elementos técnicos científicos creados en el trocir de su historia, en una puja por concretar el acercamiento a las distintas razas que habitan el suelo de este planeta, le ha impulsado a desarticular las barreras babélicas impuestas por una evangélica prioridad de recrear al hombre alejado del arcano, imperfecto e inconcluso nacimiento.



Ello será posible, lógicamente, cuando las virtudes superen las evidentes taras que lo han sustraído a una interrelación solidaria, factibilizando una comunión endógena, libertaria, de las ataduras intelectuales inhibitorias a sus concurrentes necesidades de expresión.



Obviamente, deberán congeniarse sistemas didácticos comprensivos y continentes, preservando la armonía de las acciones consecuentes propias del nacimiento de otras formas de comunicación.



Será importante, si esta sintonía permite el acercamiento de las personas; si las voces gramaticales invisten un modo inusual para el medio vigente, si su uso, en apariencia nuevo, resiste aquellos cánones preestablecidos que han hecho escuela y perfeccionado el mejor decir, cuando su aplicación persigue y logra objetivamente el correcto entendimiento que posibilita la feliz relación.



La comunicación, creativa o no, elaborada con los condimentos de vocablos que implican el signo de la comprensión y el entendimiento, si su uso regocija y su fonética sensibiliza, los elementos aleatorios que la componen, aún a costa del quiebre de las normas académicas conjugadas en medidas principistas, no le quitará a ésta, la virtud de engendrar el vehículo intrínseco del sabor solidario, profundamente social.



La opinión del crítico intelectual defensor de la pureza y el estilo, controvirtiendo las necesidades populares jugará, sin lugar a dudas, con el entuerto de lasvariantes clásicas y de las nuevas acepciones vulgares y cotidianas, si considera impropios los vocablos nacidos en órdenes ajenos al buen decir.



Es en esta instancia, que aparece la figura del periodismo, desde su mirada de transmitir aquello que el vulgo aporta al concierto popular de la palabra y que lo expone al riesgo de interpretar los sentidos, cayendo en el ánimo del componedor que, no obstante su esfuerzo, termina incorporando su insulso neutro en la sociedad que no satisface al seudo intelectual y desmerece en su fundamento, la creación plebeya.



¡Irónica situación! Mixtificar una creación. Es casi como negar la aparición del hombre. O descifrar el arcano de si primero el huevo o la gallina; o quizás, aguardar el paso del viento para observar o adivinar quién o que osa empujarlo.



Tremenda alternativa para el periodismo. La acción ciudadana, sin trabas estructurales, acepta como propias las expresiones sociales que lo vincula con sus pares, desoyendo los condicionamientos impuestos por la llamada cultura de la organicidad intelectual, que toma como preámbulo una raíz de vocablos que, en el desarrollo vertiginoso de la vida agoniza sin saberlo en la penumbra de la historia, cegada su visión y su interpretación en parámetros inquisidores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario