lunes, 2 de agosto de 2010

"HOMENAJE A LOS OCEANOS"

Allá donde se derrama el océano en largas ondas acariciadas por el viento; allá en la inmensidad sin horizontes; allá donde el silencio se nutre de silencios, allá quisiera depositar mis ilusiones para esparcirlas en el tiempo.

Más allá de la imaginable anchura del ancho y verdoso mar de esmeralda brillo, en el que se acuna la inalterable presencia del signo vital de la vida y más allá de representar este manto maravilloso la energía indómita que abraza y protege a los indefensos continentes, aporta al mundo los elementos nutrientes que afirman su existencia.

Y más allá de sus intrínsecas bondades, es el marco directriz del nacimiento y ocaso de cada nuevo día; y más allá aún, es la vía directa e ineludible que permite sin reparo alguno la unión de todas las voluntades del mundo, por su solo deseo de así hacerlo.

Mantente noble océano, en tus perennes estados naturales, porque si así no fuere, ante tu nunca posible renuncia, te prometemos los hombres, refundar tus lechos y tus cauces, a fuerza de las lágrimas salinas de todos aquellos comprometidos.

Y más allá de la arcana visión de la inmensidad del bravo ponto, en la infinitud donde se aúna el reino de la luz y las tinieblas, se remarca la universalidad planetaria en su máxima creación de lo incognoscible de la obra maestra, la MADRE NATURALEZA.

Permita el hombre reconocer su calidad de imperfecto e inconcluso para redimirse en su ignorancia y vivir eternamente en la felicidad de la duda que es a su beneficio, la más congénita e importante faceta de sus virtudes.

Nuestro profundo homenaje a ustedes, Océanos, cuna y tumba de la vida.

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