"A MANUEL EL CORONEL, UNFOR Y CABEZA DE APIO"

He observado en ustedes una profunda afección a la política y un cuidadoso análisis del funcionamiento mediático de los servidores del arcano poder.
Sobre estos aspectos, tengo una muy particular posición. Como ejemplo puedo contar un controvertido pasaje con Alain Touraine de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, quien en una exposición, un tiempo atrás, manifestó reconocer que la región suramericana, se inclinaba políticamente al ensayo de un sistema imbuído del carácter que practica el pensamiento centro-progresista, dejando entrever la posición sofista del poder.
Nada es tan misterioso (arcano) ni tan falso (sofista).
Las caras visibles son vacuos engendros repetidores de noticias transmitidas por las cucarachas que adornan sus orejas o el papelito con instrucciones.
El verdadero poder a combatir con astucia y sagacidad está en las afueras de nuestras fronteras. En USA., Goldman & Sachs, accionista de Clarín (no Magnetto); en Italia y Luxemburgo, Techint (no Paolo Rocca) y también Fiat (no Ratazzi); en USA., Monsanto Agroquímica (no Grobocopatel); en Holanda, Shell; en España, Telefónica y Prisa, accionista de Clarín; en Alemania, Francia y Suiza, las Fármacos. Ahí anida el poder, no en perejiles como los militares asesinos, los políticos alcahuetes y los economistas vende patria genuflexos.
Estos grupos monopólicos han transitado caminos regados de sangre, pergeñando conflictos bélicos, fiebres y pestes, para sustentar y afianzar su poder económico internacional.
Seamos inteligentes, denunciemos a los perejiles, pero apuntemos al corazón del sistema. El perejil se reemplaza muy fácilmente; las cabezas de mafia demanda más tiempo y esfuerzo.
¡Si quieres matar al banquero, apúntale al bolsillo. Si le aciertas en el corazón solo lograrás herirlo levemente!
¡Parar la marea resulta auspicioso. Encauzar el mar debe ser el objetivo final!
¡Los felicito por el esfuerzo! ¡Es necesario apoyar fuertemente al Ejecutivo!

Mi respuesta al señor Touraine fue: no existe poder alguno de signo ortodoxo. El poder se ubica donde y por el tiempo que necesita. Es de izquierda, centro o derecha según convenga. Por eso, es poder. Le hice conocer una parábola: "si tú siembras los campos existentes a tu derecha, cuando regresas, cosechas el fruto a tu izquierda".

La experiencia es una joya. SHAKESPEARE