sábado, 16 de octubre de 2010

Reflexiones para aquellos que nacieron para el engaño y con genes de político de doble o triple faz.
"LA TELARAÑA"

Colgada, cual olímpica muchachita de circo, haciendo simétricas piruetas la araña teje. ¿Qué teje? Desarrolla con singular maestría, sagacidad y esmero, su atractiva trampaen la que caerán inocentes víctimas. Es un encantador suicidio para aquellos distraídos que obviaron dar razón a su instinto y solo dieron rienda suelta a su matriz aventurera.
Lentamente, quedaron prendidas de los finos hilos engomados fruto de la química engendrada en esa frágil arañita que aparece descolgada. Descolgada pero trabajadora, teje la araña su trampa. Al igual que el hombre que ejercita sus patrañas para neutralizar al hombre que, pegado a sus marañas, hará del otro aquello que mejor le venga para cumplir su destino por fuera de la telaraña.
No robemos a la araña el patrimonio que consigue tejiendo. Tejamos con sensatez la tela que ampare ideales y que sirva para aquellos semejantes que necesiten cubrirse de las contradicciones e incoherencias de la vida que, ingratamente, ponen en tela de juicio lo que en realidad pertenece a la tela de araña. No enrosquemos la víbora, no empujemos a la mosca a la telaraña. Dejemos a la sierpe en posición enroscada y que culmine su proceso digestivo asida al generoso árbol.
No interruptamos a la arácnida Penélope en su tarea más preciada. Cumplamos nuestro designio en la Naturaleza de ser su árbitro. Ocupemos aquel espacio que tenemos reservado para herir todo aquello que no nació herido, para tejer. ¡Viva la araña!

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