miércoles, 29 de diciembre de 2010

"PARA PENSAR Y REPENSAR EL PRESENTE DESDE EL PASADO"
Año 1816
Breve glosario: "Cartas íntimas del Diputado Darregueyra"

El Dr. José de Darregueyra, representante de Buenos Aires al Congreso de Tucumán, fue uno de los primeros diputados que llegaron a Tucumán a principios de enero de 1816. Sólo encontró allí a Fray Justo Santa María de Oro, a Narciso Laprida y a Tomás Godoy Cruz, delegados de San Juan los dos primeros y de Mendoza el último. La situación de las Provincias Unidas de Sud América era muy crítica.
En ese momento se había recibido noticias del desastre de Sipe Sipe y la dispersión del ejército mandado por el general Rondeau. Se temía la venida de una fuerte expedición reconquistadora española. Los caudillos provocaban la discordia; en el litoral, dominado por Artigas, se encendía la guerra civil.
En Buenos Aires la virulenta lucha entre las facciones y la rivalidad entre las provincias y la Capital agravaban la anarquía. Se creía que el Congreso fracasaría como una vana tentativa de unión y de orden. Se decía: ESTAMOS AL BORDE DEL PRECIPICIO.
Los pocos diputados se miraban con sombrío pesimismo. Con el mal suceso del Perú, no era de esperar la concurrencia de aquellas provincias, y sí creer que se resfríen los que están nombrados en esas de abajo. Temían que todo quedara en nada. Y para colmo el conflicto del general Rondeau con el general Güemes. En febrero se desesperaba por la suerte del Congreso.
Se reclamó a los Gobernadores forzar la asistencia de los diputados nombrados. El Dr. Darregueyra exasperado se desahogaba en carta al general Guido: "¡MALDITAS SEAN LAS DISENSIONES QUE TANTOS MALES NOS ACARREAN..." La fuerza solo se abate con la fuerza. Las provincias estaban en tal estado de desunión entre sí y todas juntas profesaban tal odio a Buenos Aires que era como hablar de una quimera discurrir sobre el establecimiento de un sistema federal. ¿Dónde quieres que sea el Congreso?, preguntaba Fray Cayetano Rodríguez. ¿En Buenos Aires? ¿No sabes que todos se excusan de venir a un pueblo a quien miran como opresor de sus derechos y que aspira a subyugarlos? ¿No sabes que el nombre de porteño está odiado en las Provincias Unidas o desunidas del Río de la Plata?
Frente a esta historia que no es una fantasía fabulosa, ¿cómo puede hoy interpretarse la actitud permanente de 232 diputados (sobre 257) que representan a las provincias y a los 69 senadores (sobre 72) representantes de las mismas?
Es en este contexto que se me plantea la reflexión de "PENSAR Y REPENSAR EL PRESENTE DESDE EL PASADO". ¿Puedo pecar de ingratitud? ¿chi lo sá?
El Congreso se realizó y la Indepencia fue honorablemente estatuída. Aboguemos y luchemos para que esos paradigmas de la razón se cumplan hoy y por los tiempos de los tiempos para esta nuestra Argentina COMO EL MEJOR PAIS DEL MUNDO. Yocrates.

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