"LOS BANCOS SIN PLATA" por Yocrates

Los balances de las cuentas de los Bancos y del Banco Central de la República Argentina, indican que las instituciones que funcionan en nuestro país se encuentran con un exceso de liquidez que les permite ampliar su proceso de colocaciones en préstamos de más largo plazo, que el habitual financiamiento de corto plazo dirigido al consumo familiar ( el uso del plástico).
Los números que arrojan el M1, M2 y M3, así lo comprueba. En estos últimos días con la llegada de las celebraciones navideñas y de fin de año, se repiten las consabidas fórmulas y maniobras financieras (aumentos desmesurados inclusive, el azúcar por ejemplo) de los deudores y de aquellos que deben justificar situaciones positivas en sus balances y el recurso torpe y antológico que se renueva en la de esgrimir la ausencia de numerario en poder de los Bancos (cajeros automáticos principalmente).
Si fuere solamente la ingenuidad de patear el incumplimiento de obligaciones, el tema no dejaría de interpretarse como una simple pillería.
Pero, en este fin de año y como viene desarrollándose el panorama político, con una oposición seriamente conflictuada y profundamente herida en su concepción de posible sucesión del gobierno actual que, hasta el presente ha demostrado una firmeza de conducción y una solidez de estrategia y sagacidad política admirable, ha hecho enardecer los ánimos de la débil e ineficaz militancia del grupo opositor que, conducido por los insaciables empresarios del bienestar personal, lanzan al ruedo las espadas más perversas de personeros y alcahuetes para crear artificialmente condiciones anómalas inexistentes.
En esta línea se ha colocado un cierto sector bancario, que enarbolando sospechosas representaciones de entidades madres internacionales, escudados en apariencia de "branch" (sucursales con responsabilidad de Casas Matrices) y que son simples Sociedades Anónimas Argentinas, que limitan su responsabilidad a las leyes locales. Tienen escudo de lata para la batalla final.
He escuchado decir a deudores del interior del país, que los bancos locales esgrimían ausencias de fondos para transferencias dentro del país. Semejante falacia es inadmisible porque técnicamente banco que no devuelve los fondos depositados, es banco quebrado.
Pero, esta forma de comprometer, cierta o no, es diseminar la semilla de la infertilidad para infundir en la ciudadanía una situación financiera falaz que ilumine la mente de los desprevenidos e ignorantes y los movilice a campañas de desestabilización de los poderes orgánicos institucionales.
En este circuito hay aprovechadores ocultos, a los que hay que neutralizar y curarlos con su propia medicina.
Señores responsables de mantener el normal desenvolvimiento financiero pongan atención a estos hechos y aseguren el normal funcionamiento del sistema. Seguramente ahorrarán serias dificultades a la ciudadanía y desenmascararán a aquellos aventureros deseosos de obtener partido favorable de una situación contraria a sus ilegítimos intereses.