domingo, 22 de enero de 2012

"LOS INGLESES Y NUESTRAS ISLAS MALVINAS" por Yocrates


Un recordado poeta y filósofo alemán del siglo XVIII, conocido como "Novalis", en realidad Georg Friedrich Philipp Freiherr von Handerberg, en una máxima definió al inglés de esta manera: "No solamente Inglaterra, todo inglés es una isla".


Nada más acertado. Todo indica que en el ADN del inglés se registra esa condición y marca un sentido predilecto por lo insular.


En un discurso referido al reclamo argentino por las islas Malvinas, el canciller de Gran Bretaña expresó: "...los malvinenses tienen derecho a determinar su propio futuro y desarrollar su propia comunidad y economía ... el derecho inalienable de unos habitantes de la isla a seguir siendo británicos, en nombre de la autodeterminación... la óptica menos constructiva de los argentinos ... restringir la navegación de los barcos pesqueros de las Malvinas en el estrecho de Magallanes o sus posibilidades de hacer escala en puertos latinoamericanos".


Adviértase que su memoria no le ha permitido reflexionar acerca de la "usurpación" de las islas por parte de su país, lo que demuestra la total falsedad e hipocresía de sus argumentos; así como la culpabilidad de su conciencia que no ha dejado huella de llamar a sus supuestos compatriotas en calidad de kelpers.


Ese país en su esencia "bucanero" ha tomado por la fuerza infinidad de islas, diseminadas por por los mares y océanos del planeta Tierra y ha desalojado a sus habitantes condenándolos a la esclavitud, en sociedad y/o disputa con portugueses, españoles, franceses y holandeses.


Como dato ilustrativo pueden señalarse, además de las nuestras: en el mar Caribe, Antigua, las Bahamas, Gran Bahama, Gran Abaco, Andros, Long Island, Inagua, las Caimán, Dulcina, Monserrat, Tobago, Concepción; en el océano Indico, la isla Diego García.


Sobre esta última es interesante destacar: "en el año 1966, el gobierno británico expulsó de la isla a sus casi 2.000 habitantes nativos para concretar un negocio por su alquiler a los estadounidenses por espacio de 50 años. Los norteamericanos siempre precavidos y temerosos intuyeron que la posesión geopolítica de la isla les posibilitaría la instalación de una estructura militar dispuesta a la observación y vigilancia de los puntos claves de Africa (Somalia); del Medio Oriente (Mar Rojo, Golfo Pérsico y Estrecho de Ormuz , principalmente, por ser paso obligado de casi 18 millones de barriles de petróleo crudo por día).


Asimismo, le ha servido para la utilización de su Agencia de Inteligencia como prisión secreta para supuestos terroristas en su paso previo a Guantánamo. Es al mismo tiempo una base militar estratégica que cuenta con una pista de casi 4.000 metros para bombarderos y aviones de vigilancia, radares telescopio y puerto para barcos de apoyo a fuerzas de ataque y toda la infraestructura militar de aprovisionamiento y de sanidad.


Las autoridades inglesas han reclamado por la expulsión ilegal se los nativos (¿una contradicción?), pero los estadounidense se niegan a su regreso porque posibilitaría un riesgo inaceptable para su base.


En consecuencia ¿puede un país colonialista y bucanero como Inglaterra, reclamar o plantear razones humanas o de pertenencia, para mantener posesiones robadas, con argumentos de derechos soberanos?


Lo menos que puede decirse de estos ¿señores? políticos ingleses es que la ignorancia de su propia historia los CONDENA.

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