domingo, 7 de octubre de 2012

"RECORDATORIO"    por  Yocrates

A modo de recordatorio, se me ha ocurrido transitar por aburridos diccionarios, de diversas lenguas, para intentar una interpretación más ajustada del razonamiento del hombre a una palabra o mejor dicho, de cara a un hecho que ha sido, es y será sin lugar a ninguna duda, una de las más importantes y aberrantes acciones del individuo en su historia.
Para la Real Academia Española, "usurpar" es: quitar a uno lo que es suyo o quedarse con ello, por lo común con violencia. En francés, "usurper" es: apoderarse por violencia o astucia. En italiano, "usurpare" es: hacer propia una cosa sobre la cual no se tiene derecho// ocupar abusivamente// invadir, tomar furtivamente o con violencia. En Portugués, "usurpacäo" es: despojar. En Latín "üsurpo" es: apropiarse// usurpar; y "usur-pätio-önis" es: tomar posesión ilegalmente// introducirse usurpando el territorio, derechos, etc.. En Inglés, "usur'pa'tion".
Lo expuesto exime de mayores comentarios. Repararemos algún día los argentinos en estas premisas primarias de la inteligencia, para abocarnos a lo importante y no estar pedaleando en el barro importado de las metas globalizantes.
¿Llegaremos alguna vez a ser serios y responsables dando prioridad a los problemas propios sin europeizar ni yanquilizar nuestra vida?
Hasta hoy hemos importado inadecuadamente lo que se ha dado en llamar "culturas", cuando la realidad nos muestra que esas sofistas culturas fueron el resultado de cruentas luchas tribales y sangrientas guerras por el dominio, la opresión y el poder, enmascaradas con la imagen del progreso del género humano entre pueblos de un histórico trocir, impulsando depravadamente el genocidio.
La conquista o el descubrimiento de nuevas tierras, eran el objetivo de la codicia, en la búsqueda de las arcanas riquezas y emprendidas por aquellos aventureros que no tenían cabida en las estructuras morales de las sociedades, lanzados a la cacería de lo ignoto a riesgo de sus vidas -sin ningún valor- para aquellos que incentivaban esta monstruosa idea de apoderamientos por la fuerza y por la destrucción.
¡Oh! Europa, ¿cuánto debes a la humanidad por el gran daño causado?
¡Difícilmente, la inteligencia pueda redimirte en el perdón!
¡La democracia ha muerto!  ¡Viva la democracia! Los viudos y herederos debemos velarla por siempre, pero, no sepultarla. ¿Porqué? Por que todavía siguen llegando ilusos, ingenuos y genuflexos en la búsqueda de su amparo y nosotros tenemos la obligación de no desencantarlos, continuar con el usufructo de su congénito alelamiento y mantener incólume el sistema que se recrea con su benevolente aporte.
No desasnar al soberano es la premisa primaria del genuino usurpador de sus esperanzas y de su futuro.
¡HOMBRES DEL MUNDO DESPERTAD!

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