sábado, 5 de marzo de 2011

"LA HERMANDAD, EL AMOR, EL ODIO Y LOS NEGOCIOS IMPUROS DE LA HIPOCRITA DEMOCRACIA QUE SOSTIENE AL MUNDO EUROPEO Y SUS ASOCIADOS DE LA AMERICA DEL NORTE"

El aserto "para muestra solo basta un botón" viene a medida para repensar cuan contradictorio es el mensaje hablado en litis con el pensamiento y el interés primario del hombre.

Y la primera reflexión, a mi juicio, está dirigida al hombre que premia al hombre; me refiero al hombre como instituto de la creación, varón, mujer o ambos a la vez.

En este plano de somero análisis resalta, sin lugar a ninguna duda, al que se llama o se hace llamar "intelectual".

¿Qué significa para el hombre "ser intelectual"? Si nos reflejamos en lo que el hombre propone como fórmula "intelectual" y si acudimos al hombre para su definión insertada en manuales u obras, a las que denomina como creadores de usos y costumbres, estaremos recurriendo a razonamientos del hombre que, generalmente, se repiten como instituciones del entendimiento y se concilian como tácitos y rotundos.

A razonamiento del presuntuoso diccionario, "intelectual" se espeja como: "perteneciente o relativo al entendimiento".

Y entendimiento: "facultad del alma, por la cual concebimos, comparamos y juzgamos las cosas o inducimos y deducimos unas de otras. El alma racional; la razón humana".

Nada tan confuso y arbitrario, cuando se trata de entender y razonar con el alma; conlleva un universal análisis, sin definir, desde todos los tiempos.

Un análisis tan precoz y tan procaz, pretende dilucidar acerca de la personalidad de un simple ser humano, que entre sus virtudes y sus defectos ha sido considerado un "intelectual" por sus pares o impares, como es el caso del señor Vargas Llosa, arrogándose quienes han ejercido el factotum de jueces, ser hombres que a su vez fueron elegidos por otros hombres y así sucesivamente, hombres más hombres.

Y continuadamente, los falaces atributos del hombre decidiendo qué hombre hubo de ser premiado con una patente de corso para deambular por el mundo, diciendo cuales son las premisas permisibles para habitar este planeta, al modo de su pensamiento.

No sólo falaz tal orgasmo oratorio, pretensiosamente ridículo frente al pensamiento de otros hombres. Ser correo parlante del poder es indicio de una íntima genuflexión, que no le permite ser tenido en cuenta y sí simplemente considerar al intelectual así formado, como un producto conducido por la gravitación del control remoto conectado a los intereses materiales que desnaturalizan lo que otros hombres han considerado como teórica acepción de intelectualidad.

El señor Vargas Llosa, en su caracter de embajador de los intereses del poder financiero, llámese Rockefeller, Rothschild, Morgan, desiste de su supuesta intelectualidad, para asociarse subordinadamente al poder del Capital.

El hombre intelectual se muestra inferior cuando se resigna a ser instrumento del hombre no intelectual superior.

Para los hombres libres del mundo el intelectual Vargas Llosa es el símil de una nebulosa de humo que el viento de la razón zamarrea de polo a polo, navegando en la incongruencia del NO SER.

Si para muestra "basta un botón", para desactivar un engendro de la publicidad mundana "sólo basta "no ofrecer un ojal".

Sólo requiere olvido para que su sofista vidriera se haga añicos en la consideración de los verdaderos hombres.

Yocrates.

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